Óscar González García

Licenciado en Filología Hispánica por la universidad de León.
Vive y trabaja en Polonia desde hace casi 9 años, a la que llegó prácticamente por casualidad.
Lo que más le gusta de este país son los inviernos con -5º o menos temperatura, el bigos, los domingos “handlowe” y las personas con y para quién trabaja. Lo que menos le gusta es que no hay “claras” con limón en los bares.
Al contrario que los “buenos” españoles a él no le gusta el fútbol ni es bebedor habitual de café, pero no le hace ascos a un buen vino en buena compañía. Prefiere charlar durante las clases antes que explicar cosas de gramática (aunque en el fondo le encanta). Le gusta su trabajo con la gente porque tiene oportunidad de conocer a muchas personas interesantes y relacionarse con ellas de modo que frecuentemente aprenda tanto de sus alumnos como lo que les enseña.
Sobre el odiado y poco comprendido subjuntivo opina que es “el mejor amigo de las personas” después del gato y el perro (en ese orden) y que a lo único que debemos temer, con razón, es al uso del artículo, a veces definido como “czarna magia”.
Además de la lectura y charlar con alguien inteligente, tiene como aficiones el yoga (todavía en proyecto), el zapping, los largos paseos por el parque y, eventualmente, la cerveza veraniega.